Aún con la claridad de que debía mantener el noviazgo porque no sabría estar sola pocas semanas después de volver del Sur no podía contenerme... Tenía la necesidad de decirle a Mariano lo que había pasado... Por qué???? La verdad es que no sé muy bien... tal vez pensé en que blanqueando todo me sentiría menos culpable como para seguir en la relación... o tal vez (y creo que es lo más factible) pensé que sería una manera de precipitar el corte sin tener que efectivizarlo yo... bien valiente lo mío... y bien inmaduro... Pero, fuera cual fuera la idea, FALLÓ... Mariano me amaba más que a sí mismo y solo dijo " y bueh... Bariloche es así... ya fue... y punto..." No sabía si amarlo más por perdonarme o perderle el respeto por no dejarme, lo que jamás se me ocurrió fue que no le hubiera importado... y en eso no me equivocaba...
Ese último año de pareja fue todo menos color rosa. Se avecinaba un viento de cambios muy fuertes en mi vida, empezando con la facultad... y con Mariano que no sólo no pensaba estudiar sino que cada vez entendía menos mi pasion por los libros, mientras que yo no entendia como crecer en la vida si no era a través del estudio... Nuestra relación no avanzaba en nada, era más un "seguro de compañía" que otra cosa... ni siquiera en el plano de lo sexual había crecido... En eso Marian era un santo, me esperaba y me respetaba... tal vez demasiado... Es algo que hemos hablado ultimamente con él... Quizás si me hubiera presionado un poquito más la historia sería diferente... Quizás si me hubiera respetado un poco menos mi inicio sexual hubiera sido con alguien que me amaba y respetaba en verdad y no un perfecto desastre...
Tras finalizar mi primer año universitario volé a la Gran Manzana... con amigas... y sin novios... Dicen que Nueva York es la tierra de las oportunidades... y ninguna de nosotras las iba a dejar pasar así como así...
La mía en particular fue una efímera pero increíble historia de película... tanto que poco tiempo después Ethan Hawke la interpretó dos veces en locaciones europeas bajo el nombre de Before Sunrise y Before Sunset... El era francés y exactamente de mi edad, Cèdric su nombre, viajaba en el mismo tren que nosotras con destino a Boston. La casualidad, o el destino, nos sentó en el mismo vagón. Era bonito, rubio, de cabello mas bien corto y lacio, ojos transparentes y vestido como rapper... me encantó... era diametralmente opuesto a Mariano... y ah!!! un detalle: hablaba todo en francés... El tren partió de NYC entrada la noche... Yo miraba de reojo mientras charlaba hasta que las chicas se durmieron. En ese momento me di vuelta y ya no estaba... Noooo! me quería morir, pensé que habría bajado en alguna de esas estaciones intermedias perdidas en la noche... empecé a caminar hacia el final de vagón en penumbras, atravesé la puerta y lo encontré... sentado en el estribo, en una nube de humo de cigarrillo y con la mirada perdida en el espacio... "je t'attendais" (te esperaba...) me dijo con un francés puro, suave y de lo mas sexy... yo te buscaba le contesté en su idioma... nos presentamos, obviamente no tenia idea de la Argentina... su padre era de Boston y su madre de Paris, estudiaba Historia y Relaciones Internacionales en Harvard. Era perfecto... si antes me habia gustado, despues de escucharlo más... hablamos mucho, nuestras historias y conflictos, mi Mariano, sus padres divorciados por la ley y por el Oceáno Atlántico... su decisión de estudiar ahí en lugar de La Sorbonne para conocer más a su padre... tanto hablamos que nos conectamos en un plano muy personal... terminamos comiéndonos la boca en un asiento libre hasta el amanecer... Para cuando arribamos a Boston tenía una foto en mi cámara que no pude ver hasta llegar a Buenos Aires ( era pre-digital...) su teléfono y su dirección en el Harvard College... por las dudas...
Durante dos días recorrí la ciudad con máxima atención, sabía que Cédric andaría por ahí con su padre y que en la noche del domingo tomaría un bus a Harvard. Mi vuelo a Buenos Aires salía de La Guardia (NYC) el martes por la madrugada, así que si quería verlo era ya... Sin pensar demasiado les dije a mis compañeras que las veía en el aeropuerto y me dirigí a la estación... Con el pasaje y el corazón en la mano caminé por los andenes... hasta que lo ví... Se quedó atónito, con la misma sonrisa que yo en la cara... me mordí los labios y le dije: Bonsoir... Fueron varias horas de viaje, atravesando Nueva Inglaterra en penumbras y voz baja... pero increíbles... Durante todo el día caminé Harvard de punta a punta, parques, museos, halls, claustros, todo... con él... Para una amante del estudio como yo era un sueño... me sentía una alumna más...
No quisimos pensar en las pocas horas que nos quedaban hasta el atardecer... cuando despedimos con un beso y un abrazo, teníamos los teléfonos y direcciones de correo pero jamás los usamos ni nos volvimos a ver... tal vez hoy con la web hubiera sido distinto pero menos poético... Aún hoy lo veo en mi mente aunque no pueda encontrar su foto perdida en alguna de las cajas de recuerdos que viven en casa de mis padres...
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A los 3 dias de estar en Buenos Aires me separé de Mariano definitivamente, no sin antes cometer un nuevo sincericidio... le conté todo... otra vez... y logré que me dejara... Una tontería... terminamos mal... el dolido y decepcionado...yo cargando una terrible culpa y creyendo que me odiaba...