Día D

El calor empezó a llegar a Buenos Aires y con el día del reencuentro...
Siempre previendo encontrar a todas hechas unas diosas pasé algo más de la última semana a base de yogur y manzana...Dudo mucho que alguna mujer, de cualquier edad, en su sano juicio no hiciera lo mismo...
Siguiente escollo: No tengo qué ponerme!...Los maridos te dicen "cómo no tenés nada que ponerte si tu placard está lleno?"...Cómo explicarles...cómo hacerles entender algo del tema a esas criaturas capaces de ponerse lo primero que se les cruza con tal de estar listos y tener el placer de decirnos "te falta mucho?" o el ya clásico "hace una hora que te estoy esperando"...
En fin, salvados estos detalles menores me dispuse la misma tarde de la reunión a encontrar el conjunto perfecto durante las 3 hs que me deja en libertad el Jardín de Infantes...arriesgado lo mío siempre dejando todo para último momento...pero caminando un poco y de puro obstinada lo encontré...No sé si era perfecto, de buen gusto, ni supersexy ni desapercibido o qué pero si el objetivo era que él me mirara funcionó...a la perfección...
Todavía no sé como me las arreglé para hacer de mamá en lo que restaba de la tarde, ducharme, peinarme, maquillarme, arreglarme las manos, dejar la cena hecha y alguna que otra cosita, sin dejar un tendal de cosas tiradas en mi cuarto como cuando salía a bailar en la adolescencia...casi podría afirmar que la mujer-pulpo existe...
Ni bien llegó mi marido agarré la cartera dispuesta a huir antes de cualquier imprevisto no sin antes despedirme de la familia y preguntar: "Estoy bien???"
OBVIO QUE ESTAS BIEN CLARA, HACE 2HS QUE TE ESTAS ARREGLANDO PARA ESTO pensé...pero la respuesta de mi marido fue un exiguo y dubitativo "...psi..." que de no ser porque ya no tenía tiempo, me hubiera hecho cambiar de ropa, maquillaje y peinado en 30 segundos...
Opté por ignorar el comentario, crucé la puerta, conecté el MP4 y a Soda Stereo a full, paré un taxi y volé rumbo al corazón de la ciudad de la furia...